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La mayoría de los ataques corrosivos se producen en economías de renta baja y emergentes, con enormes costes sociales y económicos asociados.
Las víctimas de la violencia con ácido y quemaduras no suelen denunciar la verdadera causa de las lesiones por vergüenza o miedo.
La mayoría de los países en desarrollo carecen de un sistema nacional exhaustivo de registro y seguimiento de las agresiones. Además, cuando se dispone de recursos, éstos suelen concentrarse en las zonas urbanas, lo que provoca un mayor subregistro en las zonas rurales.
Es posible que las personas nunca se presenten en los hospitales para recibir tratamiento, por lo que sus casos quedan sin registrar.
En el derecho internacional, los Estados tienen la obligación de actuar con la diligencia debida para evitar que se produzcan estos actos de violencia, proteger a las víctimas, castigar a los autores y ofrecer indemnizaciones a quienes los hayan sufrido.
Proporcionar reparación a las víctimas en forma de apoyo psicosocial y económico continuado para ayudarles a reconstruir sus vidas y cubrir los gastos sanitarios es una de las recomendaciones para que los gobiernos aborden las consecuencias de la violencia corrosiva.
Otra cuestión importante es la necesidad de abordar la impunidad de los agresores debido a la falta de leyes que tipifiquen como delito el uso del ácido como arma, la falta de aplicación de las leyes existentes y la respuesta inadecuada de los organismos encargados de hacer cumplir la ley y de los gobiernos.
En todo el mundo
Reino Unido
El Reino Unido tiene ahora el mayor número de agresiones registradas en el mundo, con un aumento del 69% en el número de ataques en 2022. Los ataques con ácido alcanzaron su punto álgido en 2017, con 941 casos registrados. Después, las cifras descendieron de forma constante hasta alcanzar los 421 en 2021. Esto puede atribuirse en parte a la entrada en vigor de la Ley de Armas Ofensivas y a la introducción de controles más estrictos sobre la disponibilidad de ácido y otras sustancias corrosivas, junto con una mayor concienciación pública sobre las repercusiones a las que se enfrentan los agresores si son descubiertos.
Sin embargo, en 2022 se denunciaron 710 casos a la Policía. Los ataques con ácido en el Reino Unido han estado históricamente relacionados con la violencia de bandas, siendo la mayoría de las víctimas hombres, pero la tendencia se ha invertido ahora, y el número de víctimas femeninas supera por primera vez al de víctimas masculinas. Esto indica un aumento de la violencia contra las mujeres y las niñas. A nivel regional, el mayor número de agresiones se registra en Northumbria, seguida de Londres.
India
En 2018 se denunciaron 228 agresiones con ácido en el país, pero es muy probable que un gran número de agresiones no se hayan denunciado y que el número real de agresiones sea muy superior. Las investigaciones indican que la mayoría de las víctimas son mujeres y niñas.
Pakistán
Una investigación realizada por la Acid Survivors Foundation Pakistan (una organización sin ánimo de lucro) mostró una fuerte correlación entre la industria y la prevalencia de las agresiones con ácido. El mayor número de agresiones se produjo en la región meridional del Punjab, también conocida como el "cinturón del algodón".
Colombia
En Colombia se registran unos 100 atentados al año y, con una población de unos 48 millones de habitantes, es uno de los países con mayor número de atentados per cápita.
Bangladesh
Los ataques en Bangladesh alcanzaron un máximo de unos 400 en 2002. Casi el 70% de las víctimas son mujeres y niñas. Un estudio sobre 90 víctimas reveló que el 80% de los ataques se produjeron en los hogares de las víctimas. Los agresores son casi siempre hombres.
Uganda
Hubo 382 víctimas de violencia con ácido en Uganda entre 1985 y mayo de 2011. De los 382 casos, la mayoría (58%) se registraron en la región central de Uganda.
Camboya
En 2000 se produjo un fuerte aumento del número de agresiones registradas (40 agresiones). En la actualidad, el número de agresiones registradas se ha reducido a una sola cifra.
China
En 2008, más de 100 personas resultaron heridas en ataques con ácido en Hong Kong.
Cómo actuar contra la violencia corrosiva en su país
A veces puede resultar difícil saber por dónde empezar o cómo lograr un cambio real. Hemos recopilado algunas formas sencillas de marcar la diferencia. Cualquier acción que emprendas nos ayudará a acabar colectivamente con la violencia corrosiva.
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